Si bien el Índice General de la Bolsa de Valores de Lima (IGBVL, que refleja el desempeño promedio de las acciones en este mercado), tuvo un resultado negativo en enero del presente año (decreció 1.91%), varias acciones tuvieron rendimientos importantes.
Así se puede ver en el siguiente cuadro, que muestra a las quince que, por la evolución de sus cotizaciones y por la entrega de derechos, otorgaron más ganancias a sus tenedores:
Eso es mucho más de lo que pagan en un mes los bancos o cualquier otra opción de depósitos (incluyendo fondos mutuos). Sin embargo, el dato no puede ser tomado a la ligera, debiendo ser contrastado con el hecho de que una gran cantidad de acciones reportaron pérdidas.
Es que la turbulencia externa, que restringe las corrientes de capital, ralentiza los mercados de nuestros principales socios y afecta el precio de nuestros metales, y con ello la rentabilidad de las empresas mineras, está haciendo que nuestra bolsa tenga desde el año 2011 rendimientos en su índice general bastante desfavorables, sin punto de comparación con los espectaculares números de los años 2009 y 2010. Es decir, invertir a corto plazo en ella en la actualidad aún conlleva un alto nivel de riesgo, dadas las circunstancias. Lo que sí se puede hacer es invertir con un horizonte de mediano y largo plazos, aprovechando los bajos precios y aguardando la inevitable recuperación.
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