Si bien ambos son instrumentos de renta fija y representativos de deuda, tienen importantes diferencias entre sí.
Los papeles comerciales son emitidos a corto plazo, es decir, a plazos no mayores de un año (siendo muy usuales los de 90 y 180 días). Los bonos, en cambio, son emitidos a plazos mayores de un año, pudiendo ser éstos inclusive de varias décadas.
Debido a su breve plazo, los papeles comerciales sólo pagan el interés al vencimiento (cupón cero).
Los bonos, por su parte, entregan intereses mediante pagos o cupones generalmente trimestrales o semestrales.
Las empresas recurren a los papeles comerciales para financiar capital de trabajo y otros requerimientos corrientes, en tanto que recurren a los bonos para financiar activo fijo y otras inversiones de largo aliento.
En el Perú, ambos instrumentos son emitidos en soles o dólares, y colocados en el mercado primario del mercado de capitales, donde son adquiridos por los diversos inversionistas institucionales (AFP, bancos, empresas de seguros, fondos mutuos, fondos de inversión e instituciones públicas) y por personas naturales.
Su característica de corto plazo hace que los papeles comerciales sean difícilmente negociados en el mercado secundario, por lo que suelen quedar en manos de sus compradores originales. Los bonos, en cambio, son activamente negociados en el mercado secundario, pudiendo cambiar de dueños repetidas veces.
En el Perú, a la fecha está en circulación la serie A de la Segunda Emisión de papeles comerciales en soles de la empresa inmobiliaria Los Portales, que vence en agosto. También las series A, B y C de su Primera Emisión (por US$ 20 millones) de papeles en dólares, de valor nominal US$ 1,000 y que vencen en junio, noviembre y diciembre, respectivamente.
Asimismo, está en circulación la serie D de la Primera Emisión de papeles comerciales en dólares de la pyme Agrícola y Ganadera Chavín de Huántar, que vence en junio (la anterior serie, C, venció en febrero). La referida emisión, por un valor de US$ 500 mil, se produjo en abril del año 2013, siendo su tasa de interés de 6%.
Además, hay en circulación un sinnúmero de bonos (corporativos, convertibles, de arrendamiento financiero, subordinados, de titulización, del sector público y Brady), tanto en soles como en dólares, y a plazos inclusive de veinte o treinta años. El cuadro siguiente permite ver las características de algunos bonos corporativos peruanos, entre ellas sus tasas de interés (generalmente fija), periodicidad de los cupones (trimestrales o semestrales), reajuste del valor nominal, fechas de vencimiento, etc.
Por ejemplo, el bono corporativo en soles de Cementos Lima, señalado con el recuadro rojo, paga una tasa de interés nominal anual de 6.13%, y su valor nominal no está sujeto a ningún reajuste. Sus cupones son semestrales y su vencimiento ocurrirá en enero del próximo año.
Los intereses que pagan los papeles comerciales y bonos los convierten en atractivas alternativas financieras frente a opciones tales como los plazos fijos bancarios o algunas modalidades de fondos mutuos.
miércoles, 26 de febrero de 2014
martes, 25 de febrero de 2014
Acciones que más Subieron en la Bolsa (Enero 2014)
Si bien el Índice General de la Bolsa de Valores de Lima (IGBVL, que refleja el desempeño promedio de las acciones en este mercado), tuvo un resultado negativo en enero del presente año (decreció 1.91%), varias acciones tuvieron rendimientos importantes.
Así se puede ver en el siguiente cuadro, que muestra a las quince que, por la evolución de sus cotizaciones y por la entrega de derechos, otorgaron más ganancias a sus tenedores:
Eso es mucho más de lo que pagan en un mes los bancos o cualquier otra opción de depósitos (incluyendo fondos mutuos). Sin embargo, el dato no puede ser tomado a la ligera, debiendo ser contrastado con el hecho de que una gran cantidad de acciones reportaron pérdidas.
Es que la turbulencia externa, que restringe las corrientes de capital, ralentiza los mercados de nuestros principales socios y afecta el precio de nuestros metales, y con ello la rentabilidad de las empresas mineras, está haciendo que nuestra bolsa tenga desde el año 2011 rendimientos en su índice general bastante desfavorables, sin punto de comparación con los espectaculares números de los años 2009 y 2010. Es decir, invertir a corto plazo en ella en la actualidad aún conlleva un alto nivel de riesgo, dadas las circunstancias. Lo que sí se puede hacer es invertir con un horizonte de mediano y largo plazos, aprovechando los bajos precios y aguardando la inevitable recuperación.
Así se puede ver en el siguiente cuadro, que muestra a las quince que, por la evolución de sus cotizaciones y por la entrega de derechos, otorgaron más ganancias a sus tenedores:
Eso es mucho más de lo que pagan en un mes los bancos o cualquier otra opción de depósitos (incluyendo fondos mutuos). Sin embargo, el dato no puede ser tomado a la ligera, debiendo ser contrastado con el hecho de que una gran cantidad de acciones reportaron pérdidas.
Es que la turbulencia externa, que restringe las corrientes de capital, ralentiza los mercados de nuestros principales socios y afecta el precio de nuestros metales, y con ello la rentabilidad de las empresas mineras, está haciendo que nuestra bolsa tenga desde el año 2011 rendimientos en su índice general bastante desfavorables, sin punto de comparación con los espectaculares números de los años 2009 y 2010. Es decir, invertir a corto plazo en ella en la actualidad aún conlleva un alto nivel de riesgo, dadas las circunstancias. Lo que sí se puede hacer es invertir con un horizonte de mediano y largo plazos, aprovechando los bajos precios y aguardando la inevitable recuperación.
domingo, 23 de febrero de 2014
En el Perú, cuál es la diferencia entre la micro, la pequeña y la mediana empresa?
En nuestro país, la diferenciación acerca de estos tres tipos de empresas está dada por la Ley 30056, Ley de Impulso al Desarrollo Productivo y al Crecimiento Empresarial, publicada el 2 de julio del año 2013.
A diferencia de antes, dicha diferenciación ya no está dada por el número de trabajadores y el nivel de ventas anuales (medido en Unidades Impositivas Tributarias-UIT), sino únicamente por este último criterio. Así:
A diferencia de antes, dicha diferenciación ya no está dada por el número de trabajadores y el nivel de ventas anuales (medido en Unidades Impositivas Tributarias-UIT), sino únicamente por este último criterio. Así:
- Se denomina Microempresa a aquélla cuyas ventas anuales no exceden de 150 UIT.
- Se denomina Pequeña Empresa a aquélla cuyas ventas anuales sobrepasan las 150 UIT pero no exceden de 1,700 UIT.
- Se denomina Mediana Empresa a aquélla cuyas ventas anuales sobrepasan las 1,700 UIT pero no exceden de 2,300 UIT.
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