Cambiario. El que tiene que ver con la posibilidad de que ocurra una depreciación de la moneda que se mantiene en cartera.
Crediticio. El derivado de la posibilidad de que el deudor o la contraparte de un contrato financiero no cumpla con el pago de la obligación o lo acordado en el contrato
De Liquidez. El que se genera a raíz de una insuficiencia de activos líquidos que impide pagar las deudas en el plazo acordado.
De Mercado. El que tiene su punto de partida en los movimientos de precios en el mercado, y por ende puede afectar negativamente los resultados de la empresa. No sólo incluye los precios de los bienes y servicios, sino también los de los instrumentos relacionados con las tasas de interés, los de la moneda extranjera (tipo de cambio), cotización de las acciones, etc.
De Tasa de Interés. El derivado de la posibilidad de que una reducción de las tasas de interés disminuya las utilidades provenientes de los préstamos otorgados o de los otros activos a tasa fija que se posee. También el derivado de un alza de las tasas de interés que pueda elevar el costo de los fondos requeridos.
Riesgo Operacional. El que podría tener su origen en deficiencias o fallas en los sistemas de operación de las empresas, en sus procesos, o en el personal que labora en ellas.
Riesgo País. El que mide la posibilidad de que un país incumpla el pago de su deuda externa, y que, en caso de aumentar, puede generar restricción de fondos externos, caída de la liquidez, escasez de créditos y elevación de las tasas de interés, lo que termina afectando a las empresas.
El riesgo es ineludible en el mundo de los negocios, por lo que la consigna no es intentar eliminarlo, sino minimizarlo.
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